La siguiente anécdota fue recopilada por Don Julio Alvarez Casamayor y fue publicada en el diario El Kabudari de Abril del año 2000. Agradecimiento especial al Profesor Americo Cortez, Cronista de la Parroquia Cabudare por facilitar el Material.
"En la época en que las campanas de la iglesia de Cabudare hacían las veces de reloj y se alumbraban las empedradas calles con faroles, sucedió la siguiente anécdota: Por estas calles transitaban las bestias, los carros de mulas y el más importante transporte como lo era la caleza, una especie de carruaje de dos a cuatro ruedas con asientos y capote cubierto de baquetas (de cuero de buey o vaca curtidos), que utilizaban los que economicamente podían. En ese tiempo el párroco de la población de Río Claro, no tenia una imagen de Jesús, por lo cual le pidió a su similar de Cabudare le prestara una. Recordemos que el Nazareno llevaba detrás a un Cirineo, que siempre le ayudaba a cargar la pesada cruz. Pues esta fue la que le facilitaron al párroco de Río Claro, y como pasa en algunos casos esta se quedo allá. El poeta Rojas Meza para pasar unas cortas y provechosas vacaciones en el pintoresco pueblo de Río Claro, alquiló una caleza al señor Jesús Franco, esta la conducía "el calecero" el señor Juan de Jesús Landaeta, alias "El Batatú". Muy temprano en la mañana emprendió el viaje por el antiguo camino de Tarabana, atravesando los ríos Claro y Turbio, continuando por la cuesta de Zamurobano, luego bajando por la cuesta Lara hacía la población de Río Claro. Allí iba a visitar a un estimado amigo de apellido Mendoza y a la vez a bañarse en las templadas aguas de las quebradas Tinta y Guayamure. Al llegar a la casa de Mendoza compartio horas con él y después resolvió recorrer las calles y visitar el templo. Apenas había entrado en él escuchó una voz que en repetidas veces le llamaba "Héctor, Héctor". Al oír aquello, se fue adentrando sigilosamente, hasta llegar a un nicho con una imagen que le dijo "Héctor, ¿no me conoces?...soy el Cirineo que por muchos años cargué la cruz del Nazareno de Cabudare. Te voy a pedir un favor, no le digas a nadie aquí quien soy, porque todos creen que soy Jesús, ¿qué te parece?. De chivo pase a chivato" Contaba Don Vidal Hernandez Aguero (quien fue mi padrino), que el Cirineo lo habían vendido hacía mucho tiempo ¿quien lo vendió?. Eso de verdad que no se sabe"
Julio Alvarez Casamayor.